Bajo el lema “Fauna fallera”, los artistas Alejandro Santaeulalia y Vicente Llàcer proponen un monumento “divertido y satírico, volviendo al origen de la esencia de las fallas que es el humor”. Tal como explican en el proyecto presentado, el tema que han elegido es “la propia fiesta fallera”, porque, se preguntan, “¿qué es más fallero que reírnos de nosotros mismos?”. Y para ello plantean una jungla en la que todos los personajes son animales humanizados, como fórmula para parodiar “a los distintos y variados ‘pelajes’ que la fiesta nos ofrece”.
En centro de la composición presenta, como grupo principal, a una familia de felinos falleros que se prepara para la ofrenda. Y, sobre ellos, un enorme buey que toca la dolçaina mientras las falleras de distintos plumajes esperan pacientes su turno. Acompañando al buey dolçainer, hay un gran hipopótamo al tabalet. Y en el lado opuesto de la composición, una cocodrila buñolera ofrece sus delicias. Debajo de ésta, sujeto en una rama, un pirotécnico representado como un perezoso, prende la mascletà, “sin prisas, ya que conoce su trabajo perfectamente, lo domina y no le da ningún miedo la pólvora en la que tanto cariño deposita”, explican los autores.
Rematan el conjunto dos mandriles: uno de ellos representa al inspirado artista que se deja un pedazo de alma en cada una de sus creaciones, y el otro representa al presidente de la falla que agita al aire el codiciado ‘palet’ de primer premio para su comisión. En cuanto a los bajos, añaden los autores del proyecto, tratan en clave de humor no solo aspectos directamente relacionados con el mundo fallero, sino de lo que vive la ciudadanía estos días de fiesta, se pertenezca o no a alguna comisión fallera. En esta área, el turismo, las fiestas en los casales y los personajes claves de la fiesta serán protagonistas.
El monumento, que sumará un total de 135 ninots en 7 escenas, tendrá una altura de 20 metros, y una superficie en planta de 13×10 metros. Se utilizarán materiales diversos en la construcción, especialmente madera y cartón, y neops o similar (poliestireno expandido sostenible, de origen vegetal).
Anem de cap
El proyecto de José Gallego se titula “Anem de cap” y, tal como ha explicado su autor, presenta un conjunto de imágenes que juegan con la polisemia del término valenciano “cap”, que ofrece numerosas posibilidades según sus diferentes significados, su uso en frases hechas, o como sílaba integrante de nombres propios muy reconocibles. Así, el monumento infantil presenta a la Caputxeta Roja, la capella del Capitulet (de Ciutat Vella), el cap de la Nao de Xàtiva, o el capità Capdevila. Junto a ellos, la falla recreará las
numerosas expresiones idiomáticas que se basan en este golpe de voz, como “tirar-se de cap”, “tindre el cap ple de pardals”, “no té ni peus ni cap” o “no volem cap que no estiga content”, entre muchos otros. Además, se incluyen otros conceptos como el cap i casal, la Nit de cap d’any, o capacitats diferents.
La falla tendrá 40 ninots, y unas dimensiones de 3 metros de alto por 3 metros de circunferencia. Tal como ha explicado el autor en su proyecto, se emplearán materiales que, en su combustión, “provoquen una cremà lo más limpia posible, como madera, cartón y poliestireno expandido de origen ecológico y sostenible”. La policromía y acabados serán con pinturas al agua y barniz acrílico ecológico. También se prevé facilitar la accesibilidad de las personas con discapacidad.